Diego no es ni actor ni personaje de La danza que sueña la tortuga, pero quiere entrar en esta fábula donde el Hada del Caurel descubre peregrinos del Camino de Santiago que pueden amarse. Gracias a su condición de espectador y sus trucos, Diego modifica el destino de algunos personajes y el suyo propio.
Una comedia surrealista llena de momentos desternillantes, dinámica y con un ritmo ágil. A lo largo de sus 80 minutos seremos testigos de extraños encuentros, siempre en un tono alegre y divertido, donde en ocasiones nada es lo que parece…