Fotos: Susana Martín
Una visión personal de Juan Pastor en el marco de la obra de William Luce. María Pastor sumergida en el personaje de Emily, descubre en el aislamiento voluntario de la poetisa, el paralelismo vivido por ella misma en la pandemia, convirtiendo su confinamiento en algo creativo y revelador.
Una historia de amor con el lenguaje, una celebración de todo lo que es bello y doloroso en la vida. Un apasionante encuentro con la poetisa estadounidense más grande de todos los tiempos, Emily Dickinson.
La escritora nos desvela su íntima experiencia vital con pasajes de su vida escogidos: desde el comienzo de su actividad poética hasta su muerte, recluida en su casa y con la puerta cerrada a la sociedad, acompañada simplemente por vivencias personales con sus seres más queridos.
El personaje vive en la eternidad. Sus miedos y anhelos han desaparecido, pero tiene la habilidad de revivir profundamente lo vivido y reflexionar mejor sobre su pasado con distancia.
Un viaje alegórico y lírico por el recuerdo desordenado de una vida ya vivida, con un aire a veces absurdo y alucinado, pero otras veces tremendamente realista. Emily Dickinson, desde su mundo poético, invita a los espectadores a valorar la vida a través de una visión distanciada de la experiencia humana.