Una gélida mañana de invierno se inauguró el coqueto hotel Annbell.
Tras varios años de esplendor, llegó su decadencia, para dar paso a un improvisado hospital durante la guerra, más tarde un lúgubre orfanato, y hoy en día, una casa de vecinos, en la que sus actuales inquilinos conviven con ‘otros vecinos’ que nunca abandonaron sus habitaciones.
A tu llegada a La Cripta del Hotel Annbell, te recibirá un atento botones, que te acompañará a tu habitación, y quizá… conozcas a Mrs. Annbell, propietaria del hotel desde su inauguración en 1919.
A partir de ese momento, es posible, que lo que allí ocurra, cambié tu percepción de la realidad.
No podemos contar más, porque ni nosotros sabemos que sucederá…