En Juego de niñas se omite el uso de gradas o patio de butacas del teatro y se introduce al espectador en el mismo espacio escénico o escenario, con la escenografía adaptada para convertir el lugar de representación en el aula de una escuela.
Ubicada en una escuela infantil, Juego de niñas pone en escena una reunión de padres, un encuentro de familiares y docentes donde el público está inmerso. Juego de niñas trata sobre los miedos y las expectativas de los padres en el momento de dejar a sus hijos en la escuela, hecho que desemboca en una sobreprotección desmedida hacia los niños. La pantalla del teléfono móvil sustituye a la comunicación de proximidad y puede conducir a consecuencias fatales simplemente por un simple y malentendido juego.
Juego de niñas es, precisamente, un juego donde se muestran los miedos y las expectativas de los padres a la hora de dejar a sus hijos en la escuela. También los miedos que tienen estos niños -transmitido en ocasiones por los padres- de no sentir la aprobación de sus compañeros, de sus padres o sus profesores. Y también, el miedo que sienten estos últimos a causa de la sobreprotección, cada vez más desmesurada, hacia los niños. En definitiva, una situación en la que la falta de comunicación entre padres, hijos y profesores puede convertirse en malas acciones o puede quedar nada más que en un juego que se ha mal entendido.
Un espectáculo que recibió el Premio Max del Público en 2018.