Fotos: Áureo Gómez
Italianeses cuenta la historia de Tonino Cantisani, que nace en un campo de prisioneros en 1951 de padre calabrés y madre albanesa, y vive con su madre en el campo durante cuarenta años creyendo en un padre y en una Italia de cuento. Llega a Italia, como tantas otras personas, en 1991, tras la caída del régimen albanés, y la realidad no coincide con lo que se había imaginado. Con un tono ligero, poético, con una mirada cándida, Tonino nos cuenta su pasión por las telas, su amor a una joven en el campo, su reclusión y la de su madre, su reencuentro con el padre…
Italianeses cuenta una historia casi desconocida, una tragedia olvidada, a la que los libros de historia casi no hacen alusión. Al final de la Segunda Guerra Mundial, miles de soldados y civiles italianos permanecen atrapados en Albania con la llegada del régimen dictatorial, y se ven obligados a vivir en un clima de terror, sujetos a violentas persecuciones. Acusados de realizar una actividad subversiva, la mayoría de ellos son condenados y enviados a Italia. Pero muchas mujeres y niños son detenidos e internados en campos de prisioneros, y viven en casas rodeadas por una alambrada, controladas por la policía secreta del régimen, y son sometidos a interrogatorios, trabajos forzados y torturas. Tras más de cuarenta años olvidados en esos campos de prisioneros, en 1991, son reconocidos como refugiados por el estado italiano, y 365 de ellos llegan al ‘Bel Paese’, convencidos de que serán recibidos como héroes; pero, paradójicamente, no sucede así, son considerados extranjeros: italianos en Albania y albaneses en Italia.