El Hospital de la Salpêtrière era un infierno femenino. Cuatro mil mujeres incurables o locas o dementes fueron exploradas y exhibidas para mostrar qué era la histeria. Esta pieza se presenta como una cosmogonía en la que un doctor, un psicoanalista, acabará absorbido por el cuerpo abierto de la paciente.
Hysteria propone una exploración íntima, obscena y escatológica sobre el discurso de la histérica y el deseo femenino, recuperando su lugar en el lenguaje y en el mundo.
Hysteria es una pieza escénica que, tomando la forma de la cosmogonía y del discurso de la histérica, cuenta el mito del origen del mundo a partir de los orificios del cuerpo.