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Una noche de tormenta inmersa en la lectura de historias fantásticas, Michelle tiene que salir de su casa por una emergencia. Su libro queda abierto en el salón y Antoñita, su chica de la limpieza aprovecha para echarle un vistazo.
Las historias Ausentes: basada en una obra de Sartre, Sola o Engendro no binario, son de lo más variopintas, y a pesar de que entretienen y fascinan a Antoñita, ésta llega a la conclusión de que por más tremenda que sea una historia muchísimo peor es la cruda realidad.
Si digo que el mundo es cada día que pasa un lugar cada vez más hostil no estoy descubriendo nada nuevo. Solo hace falta leer los periódicos, ver la tele o meterte en Redes Sociales para darte cuenta de que egoísmo, inhumanidad, intolerancia y violencia campan a sus anchas. Paradójicamente se supone que al estar en el s. XXI somos más modernos y evolucionados pero… algo no cuadra. ¿Qué está pasando? ¿Está muriendo un viejo mundo y nace otro nuevo y estamos en esa extraña transición? ¿Por qué lo tenemos todo y estamos más ciegos que nunca? Sobre este extraño momento hablan algunas historias de esta función porque es un tema que me apasiona a la vez que me deja perplejo.
Las historias de vampiros, zombis o fantasmas siempre han sido una excusa para poder contar qué estaba pasando en ese momento en la sociedad… Ahora esas historias han dejado de dar miedo porque la realidad que vemos día a día en nuestra propia vida es muchísimo más escalofriante.
