Tres actores dan vida a los más de setenta personajes que entran y salen de escena pasándose el testigo unos a otros valiéndose de su trabajo físico y vocal, ayudados por elementos de atrezo y vestuario, y apoyándose en las proyecciones audiovisuales que ayudan a contextualizar la obra.
La comedia es el mejor cauce para alcanzar un objetivo clave: ir mucho más allá de crear un divertido entretenimiento. A la caricatura y sin abandonar el sentido lúdico, se le unen un punto objetivo y didáctico.
Un minucioso trabajo de documentación fue la base para construir esta obra vertiginosa, imbuida de humor inteligente y cargada de detalles, datos de interés, que pueden disfrutar tanto un grupo de estudiantes como el público general. Observamos la historia como un conjunto completo, un todo unido, no como una serie de apartados o secciones separadas y organizadas en compartimentos estancos.
Historia de España en 70 minutos es un divertidísimo sprint histórico que parte en Atapuerca y concluye en nuestros días.
Este espectáculo ha demostrado ser una combinación perfecta de humor, autocrítica y rigor, cosechando el aplauso de público y prensa.