Foto: Virginia Rota
Una pareja se acaba de separar después de una larga convivencia en la que ambos han soñado acabar sus vidas junto al otro. Tienen un niño, que no aparecerá nunca en escena y que, sin embargo, es un tercer personaje crucial que justifica lo injustificable, en nombre del cual se actúa y se toman decisiones que jamás le consultan, porque es pequeño, y ya se sabe, los pequeños siempre ocupan el tercer lugar.