Rolando dijo basta y se fue. Irma construyó en un maniquí a su marido Rolando.
Gabi se debate entre dos mundos, mientras que Felipe, su novio, la espera en la puerta.
¿Qué es real y qué no lo es? Yo estoy… entonces soy.
Para creer basta con sentir. ¿Quién más está?
En la vida llenamos de valor sentimental a las cosas y estas son capaces de tapar los vacíos de la ausencia, del miedo y la incertidumbre.
Lo teatral nos da la oportunidad de interpelar la realidad.
Será necesario elegir. ¿Frío o Caliente?