Helsinki, invierno, 4 de la mañana. Israel ha recorrido 4000 km en coche para llegar a una habitación de hotel y decirle a su mujer Irene: “Levántate”. Así, de forma torrencial y beligerante comienza el fin de una historia, donde el pasado no es lo que era y donde no hay futuro común. Una madre y un padre discuten la custodia de su hija mientras van haciendo del otro una cavidad donde verter su relato, hasta desbordarla.