¿Es posible la eterna felicidad? ¿Y la eterna bondad? Si no se conoce el mal, no podemos conocer el bien.
Feroz se sumerge en la vida de una comunidad regida por la productividad y la eficacia. Han decidido extinguir todo aquello que puede provocar algún tipo de sufrimiento en sus habitantes, como por ejemplo el dolor provocado por un desamor o por la muerte, para así centrarse plenamente en ser una sociedad fuerte y estable. Pero a veces, cuánto más se evita algo más rápido estalla la revolución y en este caso, la naturaleza se abre camino de manera salvaje desestabilizando las bases de esta sociedad perfecta.