Alejandro podría llevar cualquier otra vida, como cualquier otra persona, pero le ha tocado por suerte la de ser hijo y empleado de su madre, una obsesiva y cuidadosa dueña de una sala de teatro.
Alejandro, dejando atrás sus sueños y ambiciones para colaborar en el negocio familiar, se encarga de todo cuanto su madre le pide: organización de talleres, cursos, programaciones, redes sociales, correos…
Alejandro hace todo por su madre, pero, ¿qué precio tiene dejar a un lado los sueños? ¿Qué pasa si un día ves que estás en una rueda como un hámster enjaulado y no puedes salir? ¿Cómo subir a un escenario en el teatro de tu madre cuando lleva toda la vida diciéndote que eso no es para ti?
Alejandro no puede más, y un espantapájaros, como veréis, puede causar mucho daño si hacemos un uso indebido de él.