Ricardo Darín y Andrea Pietra trabajan juntos a las órdenes de la gran dama de la escena argentina Norma Aleandro, en una brillante comedia de Ingmar Bergman que cambió para siempre el concepto de la palabra ‘matrimonio’.
Juan y Mariana relatan al público una secuencia de escenas que tiene que ver con su matrimonio y la relación que mantienen después de su divorcio. En un ámbito atemporal y sin referencias concretas a ninguna época, se entregan a un juego en el que alternativamente son actores y personajes, traspasando la cuarta pared y haciendo cómplices a los espectadores, que inevitablemente se ven reflejados en muchas de las situaciones que esos dos seres se plantean y que pueden resultar divertidas, dramáticas y hasta violentas.
Ricardo Darín –galardonado con la Concha de Plata a Mejor Actor en el Festival de Cine de San Sebastián por Truman– y Andrea Pietra trabajan juntos bajo las órdenes de la gran dama de la escena argentina Norma Aleandro, protagonizando una brillante comedia de Ingmar Bergman que cambió para siempre el concepto de la palabra ‘matrimonio’.
Los conflictos que el autor plantea a lo largo de la obra están puestos en esta producción del Teatro Maipo de Buenos Aires de forma tal, que el público termina riéndose a carcajadas de situaciones que en el fondo ocultan un gran dramatismo y que obligan a seguir reflexionando sobre ellas incluso después de haber salido del teatro.
Norma Aleandro –que ya interpretó en 1992 esta obra junto a Alfredo Alcón– es ahora la encargada de dirigir a Ricardo Darín y Andrea Pietra, conformando un equipo de primerísima línea para lo que seguramente también será un gran éxito en España.
Escenas de la vida conyugal fue concebida por Bergman como una miniserie para la televisión sueca, con Liv Ullman y Earland Josephson como protagonistas, en una versión de cinco horas de duración, que fue presentada en seis capítulos y cuyo estreno en 1973 concitó una audiencia espectacular, reuniendo en su última emisión a más de la mitad de la población sueca frente a sus televisores. Con el mismo éxito fue presentada luego en la televisión mundial, lo que hizo que importantes distribuidores cinematográficos norteamericanos se interesaran en el producto y pidieran a Bergman una reducción de la miniserie a un film de 167 minutos de duración, para que pudiera ser estrenada en cines de EEUU y Gran Bretaña, donde una vez presentado cosechó varios e importantísimos premios como el Golden Globe y el BAFTA. Tiempo después, el mismo Bergman adaptó el guion cinematográfico al formato teatral, y en 1981 la estrenó en el teatro Marstall de Munich (Alemania), donde se encontraba exiliado voluntariamente después de haber sido acusado en Suecia por evasión de impuestos.