¿Y si una mujer normal, por ejemplo una actriz ciega que vive en Lavapiés, se viese convertida en reina? ¿Cómo gobernaría? ¿Qué haría para cambiar la vida de la gente?
Ésta es la situación que vive Segismunda, ésta es la responsabilidad que cae sobre sus hombros. A partir de aquí jugará a conocer el oficio de reina justa, transitando entre la realidad y la teatralidad, entre el verso y la prosa, entre lo masculino y lo femenino, entre lo personal y lo universal. Dos personajes le acompañarán: Clotalda será su guía, Rosaura su pasión.
Segismunda, como actriz y mujer, está dispuesta a romper todos los límites, no le gustan las medias tintas, luchará por las utopías. Pero tal vez la principal batalla a la que tendrá que enfrentarse suceda dentro de sí misma.