Cargando...
En el Londres que trata de reponerse de la devastación provocada por la Segunda Guerra Mundial, un joven aristócrata, Tony Williams, regresa a su ciudad. Su amigo Richard se ha ocupado de buscarle una casa y allí lo recibe en compañía de Sally, la novia de Tony, un amor de adolescencia. El viajero vuelve de África, donde su padre, un severo barón, le ha enviado para que ‘se haga hombre’, una esperanza que no se cumple, pues el hijo vuelve dispuesto a no hacer nada. Se presenta el sirviente, que no gusta a Sally y que Richard encuentra peculiar. La mala impresión de la novia se explica por el aspecto felino e inquietante de Barret, que sin embargo es aceptado por Tony que parece adivinar la eficacia del criado. Una eficacia pronto confirmada, pues un leve catarro de Tony es atendido por Barret como si se tratara de una grave enfermedad. El sirviente pronto se revela como el ideal que el caballero buscaba, pues se ocupa de todo. Ha transformado la casa, y es capaz de limpiar, de arreglar el menor desperfecto y hasta de cocinar como un experto chef. Tanta solicitud alarma a Sally, que comprende que el eficacísimo Barret no es una buena influencia para Tony, pues no hace sino fomentar y proteger su debilidad; ella acude a Richard para que el amigo intervenga y consiga que el sirviente sea despedido.
Pero Tony no quiere oír hablar de tal posibilidad, y está dispuesto a conservar al imprescindible Barret a toda costa; incluso acepta la presencia de Vera, que el sirviente presenta como su sobrina cuando en realidad se trata de su amante. Un descubrimiento que se produce cuando Tony y Sally regresan de un viaje y se encuentran a los dos criados en el dormitorio del señor. Los criados son despedidos, y Sally respira. Pero poco tiempo. Tony encuentra a Barret en el pub que ambos frecuentan, y el criado pide perdón, el señor se ablanda y el sirviente regresa a la casa, acompañado de Mabel, una chica vulgar que mucho se parece a Vera. Sally se despide para siempre, después de comprobar que su novio entre el criado y ella, elige al criado. Tony, Barret y Mabel no tardan en formar un particular trío, donde los papeles del señor y el criado se han confundido, hasta formar una relación promiscua a la que Tony se entrega aceptando su decadencia, Barret obtiene el control de la situación, y Mabel consigue aprovecharse de los dos varones, esclava y ama a la vez. Richard regresa para rescatar a Tony de su lamentable situación, pero el amigo prefiere seguir viviendo en la cocina con los criados, que en el último momento.
