Una pareja de amigos decide poner fin a su vida, para ello se reúnen en una habitación de hotel. Esté no será un suicidio común, el arma será el insomnio.
Tanto él como ella, lucharán por permanecer despiertos. Jugarán, comerán, irán soportando la falta de sueño, aflorarán sus síntomas, pero algo irrumpirá; una llamada de teléfono. Al otro lado, una voz querrá ayudar. Pero ¿querrán ellos ser ayudados?
Lo que no puede ser dicho, insiste.