Foto: Virginia Rota
El problema filosófico del cambio alude a la construcción de dominios personales. A través del viaje de los intérpretes se desvelarán comportamientos en constante conflicto, reflejando la complejidad y violencia internas que emanan de los desequilibrios que se producen entre el individuo y los mitos de la cultura/sociedad al que se inscribe. La psique y pulsiones vitales de la persona, que alojan fuerzas de atracción y de repulsión, de amor y de odio, se encontrarán con las sutilezas inconsistentes de las manifestaciones rítmicas que gobiernan toda existencia para acceder así a un camino de individuación traspasado por esa cualidad.