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Por Álvaro Vicente/@AlvaroMajer
Fotos: Javier Naval
Radiografías Arthur Miller: precisión absoluta
Salivando que es gerundio. Atención a esta alineación titular. En la portería, el Pavón Kamikaze. En el centro de la defensa Silvia Munt, dirigiendo, y a su lado, Bitò y Focus en labores de producción. En el centro del campo, un cuatro de Champions: Gonzalo de Castro, Tristán Ulloa, Elisabet Gelabert y Eduardo Blanco. Y en la delantera, un nueve irreprochable, un fijo: Arthur Miller, que nos lleva marcando goles desde que le dio por escribir teatro, allá por los finales de los años 30 de la pasada centuria. Sus enfrentamientos con el equipo del Poder han sido antológicos. El partido del siglo sin duda lo vivió frente a los de McCarthy. Y lo ganó. Pero como el equipo del Poder es recalcitrante y tiene muy mal perder, hay que seguir jugándole de frente.
Y esto en el Pavón Kamikaze lo están haciendo pero bien. Y con esta apuesta vuelven a arriesgar como solo ellos saben hacerlo: amando el teatro. En lo que al negocio puro y duro se refiere, que también está sobre la mesa, oiga, que no vivimos del aire, cuentan con la ventaja de saber que este montaje de Silvia Munt ya triunfó sin ambajes en Barcelona, donde se montó con Pere Arquillué y Ramón Madaula al frente del reparto. “Gran Miller, puro Broadway” tituló su crítica entonces Marcos Ordóñez en El País. Rescatamos de aquella crítica lo que escribió sobre los miembros del equipo que no se han nombrado antes, porque además dibujan el espacio donde sucede el choque de trenes que es El precio: «El espacio de Enric Planas es ultrarrealista pero con una estupenda línea de fuga (las sombras creciendo en lo alto de la pared) que lo convierte en cuarto de juegos y territorio onírico donde siguen reinando los fantasmas familiares. La luz de Kiko Planas (dorada, nítida, irreal) es la piel de ese lugar. Raquel Cors y Daniel Lacasa han creado unas preciosas imágenes que parecen cuadros de Hopper en blanco y negro, con los personajes a la deriva por «el fracasado crepúsculo de Nueva York», como diría Capote». Choque de trenes, decíamos. El que protagonizan dos hermanos que llevan 16 años sin hablarse y que se reencuentran en el desván de la casa familiar, que en breve será demolida, con el Crack del 29 y todas las crisis hasta la de hoy de fondo, como en sordina. Á. Vicente
La directora Sílvia Munt lleva a escena este clásico de Arthur Miller con Tristán Ulloa, Gonzalo de Castro, Eduardo Blanco y Elisabet Gelabert como protagonistas.
