Fotos: Jesús Vallinas
El hermoso misterio que nos une es una oda a la movilidad del cuerpo, a la movilidad del pensamiento. Al flujo de las ideas, de nuestras preguntas, de las pequeñas revelaciones. A la capacidad que tenemos para recordar y proyectarnos. A todo ese mundo que no deja de comparecer por muy solos que estemos, por muy aislados.
En un proceso de reflexión de su trayectoria y obligado por la pandemia, el coreógrafo Jesús Rubio dedicó un tiempo, como él afirma, a «buscar entre lo que ha quedado». Eso que ha quedado es su propio trabajo con la danza y la decantación que significa El hermoso misterio que nos une, donde él solo en el escenario despliega, con la música de Purcell y Bach, una alabanza a la movilidad del cuerpo y del pensamiento, al flujo de ideas y preguntas, a las pequeñas revelaciones, a la capacidad que tenemos para recordar y proyectarnos. A ese mundo que comparece, por muy solos o aislados que estemos.