Oír a una relevante política patria, comentar en un discurso oficial (precisamente con motivo del día de la mujer), la importancia y necesidad de celebrar un ‘día del hombre’, hizo que la sorpresa y asombro, actuara como un elemento disparador de la imaginación para desarrollar esta parodia, este divertimento. Una farsa que no aspira a ser considerada feminista, pero al menos sí creen que es claramente anti-machista. Su discurso se centra en mostrar, a través de la ironía y el ridículo, lo absurdo de esas posiciones machistas en nuestra sociedad actual.
En definitiva, quieren que lo más interactivo de nuestra función sea la risa, o al menos la sonrisa, y esperan que también el aplauso entusiasta del público.