Con este título, Josep Maria Miró se alza con el Premio Nacional de Literatura Dramática 2022. El fallo del jurado señala que “además de tratar una temática de acuciante actualidad, se sustenta en una estructura prismática original y de un enorme riesgo estético”. El dramaturgo catalán puede ser uno de los autores de teatro de su generación más premiado, estrenado y traducido a otras lenguas. Las contradicciones éticas y morales son una constante en su corpus dramático, como ya pudimos apreciar en El principio de Arquímedes, programado también en La Abadía hace algunas temporadas.
Xavier Albertí plantea un montaje limpio de artificios para centrar toda la fuerza en la palabra y el arte interpretativo de Pere Aquillué.
El cuerpo de un joven de diecisiete años aparece muerto, vestido únicamente con un bañador rojo y unas zapatillas deportivas, en medio de un campo de forraje. El hallazgo de este cadáver inicia este texto para un único intérprete, donde a través de varias voces, como si de un ritual de exorcismo se tratara, el público se adentra en este hecho y el bellísimo paisaje rural de un pequeño pueblo en el que, aparentemente, nunca pasa nada. Se conocerá a algunos de sus habitantes, los secretos que se esconden y, sobre todo, la figura de su padre, Ramis, que murió hace una década y se convierte en una pieza crucial en este ‘Rashomon’.
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