Rafael Álvarez El Brujo llega con su nuevo y más íntimo espectáculo El alma de Valle Inclán. El Humor de Valle-Inclán es Atlántico, azul, Druídico. Culto y bárbaro, con una barbarie pendenciera. Él decía que era levantisco. Y si había algo que no perdonaba, eran los errores sobre estética y arte… El arte es un juego -el supremo juego- y sus normas están dictadas por numérico capricho, en el cual reside su gracia peculiar. Catorce versos dicen que es un soneto. El arte es pues forma.
«Durante el confinamiento me inspiró este hombre singular y de vida vibrante. Alivió mi melancolía y finalmente me curó de las drásticas circunstancias que estábamos viviendo. Viví con él la luminosa redención que confiere siempre a sus personajes. Y trabajé con el misterio sencillo de sus acotaciones en Divinas Palabras . Ellas han sido para mí las palabras de aquellos ciegos que contaban historias señalando en un puntero las imágenes de un telón. Aquí las tienen con algo de la máscara de su vida en este teatro del mundo.
Para todos ustedes: El alma de Valle Inclán». Rafael Álvarez El Brujo