Desde mi celda es una obra que busca respuesta a una serie de cuestiones: ¿Qué hay más allá de los límites de una habitación que es nuestro refugio y, a un tiempo nuestra prisión?
¿Qué nos aguarda tras esas sombras difusas que nos vigilan, nacidas de nuestros sueños, nuestros temores y anhelos?
¿Qué se esconde tras las mentiras y las verdades de una existencia imprecisa, impredecible e incierta?
¿Quiénes somos? ¿Dónde nos encontramos? ¿A dónde pretendemos llegar?
¿O estamos ya en el único lugar posible donde hallan forma el espacio y el tiempo de nuestra vida?
Uniendo la palabra y lo visual, el protagonista de esta fantasía te adentrará en el mundo de sus sueños, su imaginación, sus visiones… El espectador tendrá la sensación de haber sido transportado al pasado, pero rápidamente sabrá que está en el presente, ya que los sentimientos, las emociones, lo humano y lo mágico, y de alguna manera lo espiritual del ser humano no tienen tiempo, ni época, ni siquiera género.
Esta fantasía dramática no necesita explicación alguna, pues no es más que una pregunta; en realidad muchas preguntas, que desde el escenario pretenden anudarse al corazón de cuantos escuchen las palabras vertidas en ella.