La obra comienza cuando el diez argentino recibe el balón en la medular del terreno de juego, antes de cruzar el centro del campo.
A partir de ahí, como si de un thriller se tratase, todos los jugadores ingleses que salen al paso de Diego Armando Maradona fracasan en el intento de frenar lo inevitable; tanto Peter Raid, Peter Beardsley, Kenny Samsom, Terry Butcher, Terry Fenwick, Glen Hoddle y Peter Shilton. Jorge Valdano y Héctor Enrique Burruchaga, jugadores argentinos, también ven pasar a su lado la excelencia del genio y su egoísmo, porque nunca les pasó la pelota ni les cedió la gloria que le esperaría después de aquel tanto.
El tanto es un pretexto con el que Casciari nos cuenta la serie de desdichas personales que sufren todos menos Maradona. Alcoholismo, malos tratos, drogadicción, fracaso, todas ellas derivadas directamente de la sensación de sentirse secundarios o meros espectadores de un hecho político deportivo.