Comedia burlesca de Morboria Teatro donde no faltan figurones y que describe la vida de una compañía de cómicos de la legua. Todo lo que se cuenta es fruto de la experiencia y aunque no es una historia real, los hechos que ocurren en ella podrían serlo.
Siglo XVII. Corral de Comedias, unos cómicos cuentan anécdotas, ríen, chismorrean y se ponen al día de dimes y diretes… Al llegar, el director, muy afectado, les anuncia la disolución de la compañía, a causa de la falta de público, de actuaciones y del alto porcentaje a pagar al dueño del corral. La noticia cae como una bomba… Pero cuando todo parece perdido reciben la inesperada visita de un lacayo anunciando la presencia de su señor, un aristocrático y egregio personaje, que requiere a la compañía, para representar una comedia en la celebración de los esponsales de su única hija. Los actores y músicos celebran con alegría la noticia hasta que descubren que se trata de un encargo envenenado… El ricachón pone mucho dinero para producir la obra pero impone una sola condición: el papel protagonista debe ser interpretado por su guapísima y joven amante, que como no podía ser de otro modo; no ha pisado en su vida un tablado, es ignorante, necia, engreída, estúpida y osada… Esto dará pie a multitud de escenas cómicas, divertidas, equívocos y juegos meta teatrales…