Fotos: Erin Bassa
Déjà vu nos habla de la distancia entre una persona y sus sueños, de lo que es y lo que le gustaría ser. Sueños muy ambiciosos que despiertan sus aires de grandeza, pero a la vez imposibles, llevándolo al desánimo. Especialmente sugerente, arriesgado y fascinante… Destilando por momentos un humor fino.
Un espectáculo visual, sin texto, donde se difuminan las fronteras entre la realidad y la fantasía a partir de una historia con un punto de melancolía. Como si Bartleby el escribiente, se encontrara de repente inmerso en el mundo fabuloso de Alicia en el país de las maravillas… Una realidad confusa en un espacio y momento indeterminado, con un espacio escénico que juega con la desproporción extrema de las medidas.
El universo sonoro a través de la voz y el violín enfatizan la dualidad del personaje, transportando a un universo onírico.
Un espectáculo visual, sugerente, arriesgado, sin texto. Con música en directo.