La obra comienza con tres personajes habitando un mundo fantástico. Dos de ellos (el Jefe y el Ayudante), ya viven allí desde hace tiempo, y el tercero (el Nuevo), acaba de llegar para trabajar en la fábrica donde los otros dos trabajan. Tras tomarse las pastillas/dosis de la mañana (machismo, borreguismo y feminismo respectivamente), se disponen a comenzar la jornada laboral. En la fábrica, los personajes crean seres humanos, niños y niñas. Tras darles vida, los niños serán introducidos en la sociedad a través de un conducto que les llevará al éxito, y la niñas, hacia el fracaso. Tras un par de niñas enviadas al fracaso, el personaje feminista (el Nuevo) decidirá quedarse con una de las niñas y salvarla, metiéndose por el conducto y apareciendo en el mundo actual en el que vivimos. Allí se encontrará y será testigo del sexismo y el machismo al que las niñas y las mujeres se ven sometidas. Indignado y sorprendido, intentará salvar a esta niña y darle una vida digna e igualitaria.
En un mundo fantástico, las niñas no tienen las mismas oportunidades que los niños. En el mundo real, tampoco. Un hombre se revelará ante las desigualdades, e intentará salvar a una niña de las garras del machismo y el sexismo, pero tendrá que enfrentarse a una sociedad que no aceptará el cambio tan fácilmente. Tres hombres feministas hablan con sinceridad, y a través del humor, para contarnos una historia dura, pero necesaria. Degeneró en violencia te hará pensar, en algunos momentos de inquietará, y en otros, te conmoverá, pero sobre todo no te dejará indiferente.