San Isidro Labrador, Patrón de Madrid y Santo, que en el cielo es responsable de asuntos agrícolas, ganaderos y madrileños, recibe el encargo de bajar a Madrid a poner orden, ya que una circunstancia de excepcional gravedad está causando terribles problemas a la población.
Isidro, sin demora, llega a Madrid con el fin de cumplir su misión y se encuentra con que la ciudad está vacía y muestra un aspecto fantasmal. La única presencia humana es la diosa Cibeles, que ha cobrado vida. Isidro descubre que la enemistad entre Cibeles y Neptuno no tiene solución y que la diosa tiene dudosas intenciones. Ni siquiera la confesión de Isidro de ser un hombre casado, parece calmar las ansias de la diosa.
¿Conseguirá Cibeles su taimado propósito? ¿Claudicará San Isidro? ¿Regresará al cielo habiendo cumplido su misión?
Todo esto y mucho más en una comedia madrileña, muy madrileña, indicada para todos los públicos y especialmente recomendada para todas aquellas personas que ‘nunca dejan de creer’.