La obra de danza contemporánea Cuerpo Fronterizo sigue la línea artística que ha caracterizado a la compañía Escénica en Movimiento y sus procesos de co-creación con destacados coreógrafos como, en este caso, el español Chevi Muraday.
La pieza, que cruza lenguajes audiovisuales y dramatúrgicos, aborda el tema de la migración, a partir de distintas metáforas, donde el cuerpo se transforma en un dispositivo de sensaciones y emociones para dar cuenta de un fenómeno que viven miles de personas alrededor del mundo.
Las experiencias de la migración, sus impactos y derivaciones a nivel corpopolítico son los ejes detrás del proceso de esta obra. Estrenada el año 2015, el montaje -que ha sumado nuevos elementos y miradas- recoge un tópico coyuntural y vital donde música, movimiento, objetos y luces, se cruzan con una dramaturgia del presente que evoca esas pulsiones renovadoras de la danza teatro de Pina Bausch. Co creada por la Compañía Escénica en Movimiento y dirigidos por el premiado coreógrafo español Chevi Muraday, los y las intérpretes Bárbara Bañados, David Dinamarca, Darwin Elso, Juanita Paz Saavedra y Cristóbal Santa María invitan a un viaje estético y emocional que es complementado por quienes se acercan a ver la obra. La obra se define por una danza más interpretativa, con alto contenido visual, colores y texturas. La cartografía de luces que despliega no acompaña ni potencia el dispositivo escénico, sino que es un filamento institutivo de la dramaturgia, el sexto intérprete en el montaje.
El proyecto inicial nació de una mirada íntima sobre la migración, desde una geopolítica europea y sus conflictos con el tema migratorio, pero pronto se convirtió en una lectura colectiva de la experiencia del país (Chile) y que nos regresa a ciertas interrogantes fundamentales en torno a las prácticas artísticas en un contexto y relato cultural cada vez más neoliberalizado, ¿Qué tiene que decir la danza frente a esa narrativa? ¿Porqué es relevante, hoy, pensar desde las corporalidades?
Cuerpo Fronterizo es una obra para mayores de 12 años y como todas las procesos creativos de Escénica en Movimiento, tiene un potencial mediador y educativo, sobre todo en temáticas que promuevan el respeto a la diversidad y los derechos humanos.