¡Chakapum! está protagonizada por el músico y actor Litus quien, junto a su banda de rock y seis actores y actrices, emprende un viaje a través de la memoria y el tiempo en el que se fusionan la historia de su vida con la historia de la rumba catalana. La obra está escrita por Joan Grau, guionista histórico de El Terrat y uno de los creadores del Chiki Chiki, y dirigida por Xènia Reguant (adjunta de dirección en Lehman Trilogy y Una noche sin luna, obra recientemente galardonada con el I Premio Godot a la Mejor Obra).
El musical se despliega a partir de un recuerdo de infancia de Litus y se convierte en un viaje emocional muy personal, lleno de contratiempos, que le llevará a Cuba y más allá, con una puesta en escena sorprendente, con la dirección musical de Pablo Novoa (líder de la Banda de Late Motiv, Golpes Bajos, Mastretta) y una partitura que reinventa libremente éxitos de Peret, Gato Pérez o Los Amaya, entre otros muchos.
«Tengo un recuerdo mágico de las sobremesas de mis padres cuando yo era un niño. Es un recuerdo que, con los años, ha tomado una textura de sueño. Los fines de semana mis padres organizaban cenas con sus amigos en casa. En la sobremesa, entre vino, carajillos, copas de cava y los niños correteando por el comedor, mi padre sacaba su vieja guitarra española y se ponía cerca. Cantaban sentados alrededor de la mesa decidiendo el repertorio sobre la marcha, tirando de nostalgia. Cuando empezaban, yo dejaba de jugar y me quedaba embobado escuchándoles. Recuerdo la emoción de escuchar música en directo por primera vez y de una forma tan cercana. Pero sobre todo recuerdo las caras de felicidad cuando cantaban juntos. Pensaba: yo también quiero pasarlo así de bien cuando sea mayor», comenta Litus sobre el montaje.
En palabras de su directora Xènia Reguant, «en ¡Chakapum!, conoceremos a los grandes fundadores del género, desgranaremos todo lo que compone la rumba catalana, todo lo que compone Litus y lo que nos compone como humanos. Pasaremos por Cuba, Terrassa, Tossa de Mar y seremos iluminados por un Peret en plena transición divina. Entre rumba, tiempo, contratiempo, movimiento incesante y pequeños ambientes construidos con dos cubos y dos escaleras capaces de transformarse en todos los escenarios posibles, llegaremos al ¡Chakapum! Siempre acompañados de una rumba que evolucionará con el espectáculo hasta llegar a una sonoridad moderna y actual».