«Ella, mi hermana, mi amante, mi amor ha muerto, y ya nada, nunca, volverá a ser como antes. El terrible dolor que supone para Calígula la temprana pérdida de su hermana Drusila, desatará en su interior una rebelión metafísica contra el orden de las cosas. Si el mundo es absurdo, su gobierno también lo será. Se obsesionará entonces con lo imposible, con la luna… Se presentará a sí mismo como un dios y tratará, gracias a su poder absoluto, de pervertir todos y cada uno de los supuestos valores humanos. Y todo esto lo hará frente a la mirada impasible de su generación. Frente a nuestros ojos. Sí. Hice todo lo que hice, porque podía hacerlo».
Bajo la dirección de Mabel del Pozo, el actor Xoel Fernández da vida al emperador romano Calígula para, a partir de su tragedia histórica, reflexionar sobre la naturaleza humana, la perversión de la sociedad y el existencialismo.
Tercer emperador del Imperio romano, Calígula reinó durante el año 37 hasta el 41, cuando fue asesinado. Ha pasado a los anales de la historia como un tirano demente que llevó a la quiebra económica a Roma. Además se le ha presentado como un individuo cuyas características más destacadas fueron la crueldad, la extravagancia y la perversidad sexual.
Mantuvo relaciones con su hermana y cuando esta murió, Calígula se volvió loco. Entonces se obsesionó con hechos imposibles y se convirtió en un megalómano que trató de pervertir a la sociedad de la época.