Foto: Stephan Glagla
El último espectáculo del director italiano Romeo Castellucci está protagonizado por un grupo de hombres anónimos, actores no profesionales, de diversa condición y edad.
Vestidos de agentes de policía norteamericanos deberán ejecutar las órdenes que les son suministradas a través de unos auriculares, independientemente de que las entiendan o no.
Las situaciones que se derivan de estas órdenes crean la apariencia de una comedia que, sin embargo, se desviará hacia un lado oscuro, perturbador, violento.
Castellucci, creador de potentes imágenes escénicas que visita el Festival de Otoño por tercera vez, plantea en este espectáculo reflexiones sobre la ley y el orden, sobre la responsabilidad individual y colectiva, y la sumisión.