Borrador, a través del dinamismo de un viaje, y todas sus subtramas, tiene como trasfondo una mirada crítica al panorama artístico actual, especialmente para las mujeres, todavía más si son personas provenientes de una España vaciada. La obra teatral se construye desde un texto propio apoyado en recursos de teatro físico tales como la danza, el mimo, y otros lenguajes de movimiento. Su medio son, unos personajes entrañables con los que sentirse identificadas. Su motor, el humor.
Un mapa antiguo y olvidado orientará a Anna y Leire, dos jóvenes de Pozondón que seguirán la ruta que un día emprendieron sus abuelas para consagrarse como actrices.
Una obra llena de flashbacks entre dos épocas y cuatro mujeres que encuentran obstáculos similares a pesar de la distancia cronológica.