Fotos: David Ruano
Cuatro hombres, dos mujeres y un bebé van de excursión a un bosque. Se trata de gente hermosa, rica y creativa. Pullas cínicas y el perenne juego del amor y la distancia marcan las conversaciones. Esta vez, los personajes han abandonado conscientemente la ciudad para ver qué les depara una noche en medio de la naturaleza. De pronto, salta inadvertida una chispa que desata un incendio infernal. Todos huyen y se dispersan en todas direcciones.
De pronto, lo único que cuenta es salvar la propia vida. La experiencia del miedo mortal, la soledad y la propia vulnerabilidad ante la naturaleza desencadenada arroja a los supervivientes a una vida cotidiana que no están en condiciones de afrontar.
Julio Manrique dirige esta obra que nos muestra un pequeño y privilegiado grupo de seres humanos que, con la imprudencia de unos niños que juegan despreocupadamente en la sombra de los árboles, ignorando cualquier peligro, abren las puertas al infierno.