Ágata, que cuando era niño quiso ser monja como Gracita Morales, vive muy cerca de Reme, que al ser huérfana desde mucho antes de nacer, según ella, jamás ha tenido cariño de nadie. Pero ahora, por suerte, tiene a su vecina, que sabe de todo gracias a su experiencia junto al Picheras, sin el que no podría vivir, ni él sin ella, dice.
Son dos mujeres muy distintas y a la vez muy parecidas, pero están tan confundidas que ellas no lo saben. Por lo que Ágata se halla empeñadísima en mostrarle a Reme el camino de la felicidad, esa en la que el truco está, según ella, en dar cuanto más amor, mejor, para recibir de tu marido. Siendo sólo el público consciente, y testigo, de que gran error y horror son sus vidas.
Reme es una mujer recatada, que nunca dice tacos, es huérfana y no ha recibido nunca cariño. Cuando era niña vivía en un orfanato donde las monjas la criaron. Es una mujer inocente y sensible. Conoce solo lo que ha vivido, pero sorprende en muchas ocasiones. Ella es humana y comprensiva.
Agatha es una mujer trans de carácter fuerte, pero al mismo tiempo sensible. Es una mujer echada para adelante, sin pelos en la lengua. Ha tenido una vida muy difícil por la incomprensión de su padre, al no aceptarla. Es la maestra de Reme, ya que dice saber mucho, aun que tiene un concepto del amor erróneo, que en algún momento ella también lo pone en duda.