Joselito, el protagonista de la pieza, recorre los dos espacios que marcaron su infancia: la familia y la escuela.
A través de una cena familiar y un día en clase podemos ver los conflictos que sufrimos de pequeños y que tanta huella nos deja en la vida hasta el punto de formar parte de nuestra personalidad y nuestra manera de expresar y afrontar las emociones.
Una sucesión de personajes y situaciones esperpénticas que de alguna manera nos resultarán muy familiares.