Después del éxito de Desde aquí veo sucia la plaza, la I parte de Crónicas Ibéricas, Herederos del Ocaso, estrenada con éxito en Frinje 2016, regresa a la cartelera para incendiar conciencias desde el humor más inteligente y ácido. Una de las características que hacen única a esta compañía, Club Caníbal.
Con dirección y dramaturgia de Chiqui Carabante y protagonizada por Font García, Vito Sanz y Juan Vinuesa, la compañía Club Caníbal vuelve a mostrarnos la realidad a través de un espejo.
Una coctelera compuesta por humor negro, neorrealismo con tintes de lo absurdo y surrealista para hablar de nuestro país… Ese en el que llega más rápido el chiste que la mala noticia.
Herederos del Ocaso trata sobre los grandes fraudes del deporte mundial: la selección española de baloncesto paraolímpico consigue una medalla de oro sin ningún discapacitado en el equipo. Ejemplo sublime de la picaresca española.
A Juan Alegría no le van demasiado bien las cosas. En paro, y padre de un niño, vive de la ayuda que le presta su suegro. Lo único que levanta su autoestima son las pocas clases de ping pong que aún imparte. Por otro lado, el Presidente de la Federación Paralímpica de Tenis de Mesa para Discapacitados Intelectuales ve que, con los malos resultados de Pedrito, el actual campeón nacional, el futuro de este deporte peligra. Su mala racha puede acabar con las subvenciones y, por tanto, con la Federación. Pero el Presidente está dispuesto a hacer todo lo posible para evitar esta catástrofe. Incluso a mentir a todo el mundo y colar en las competiciones a un jugador sin discapacidad intelectual. A viajar con Juan Alegría, ese deportista frustrado y en el desempleo, hasta los Juegos Paralímpicos de Sidney fingiendo ser lo que no es.