«La pieza parte de lo que esconden los personajes para no mostrarse realmente como son y ser aceptados, como la vida misma»
En el año 2008 se estrenaba Tercer cuerpo en la emblemática sala argentina Timbre 4, una creación de Claudio Tolcachir que nacía tras el enorme éxito de la aclamada La omisión de la familia Coleman y que, igual que sucedía con esta, acabó embarcándose en una extensa gira internacional con múltiples reposiciones y cosechando innumerables premios. Una trayectoria que ha hecho que ahora llegue hasta nosotros, en su primera versión con actores españoles -Carmen Ruiz, Natalia Verbeke, Carlos Blanco, Gerardo Otero y Nuria Herrero-, al Teatro Infanta Isabel.
La obra condensa el universo de su creador, de estilo marcadamente actoral, con un aparentemente caótico juego de improvisaciones, que no lo son, gracias al poder y el ritmo de sus diálogos. Un espectáculo sobre el que la actriz Carmen Ruiz, que actualmente pasa sus días a caballo entre los platós y los escenarios, se presta a hablarnos a través de este cuestionario.
El intento absurdo de relacionarse y vivir
Por Redacción
Fotos: Elena C. Graiño
Carmen, actualmente divides tus días entre el rodaje de la serie Amar es para siempre y las funciones de Tercer Cuerpo en el Teatro Infanta Isabel, ¿cómo se compagina teatro y audiovisual sin morir en el intento?
Se compagina gracias al buen hacer y la empatía de ambas productoras. En Amar es para siempre el equipo de dirección es una maravilla y facilitan, dentro de lo posible, todo para poder compaginarlo. Y por parte de PTC y Claudio han sido todo facilidades también. Por no hablar de mi representante Mayte Ortega y su equipo que hacen malabares siempre. Sin ellos no hubiera podido hacerlo.
Echando un vistazo a tu carrera vemos que no temes lanzarte a un cabaret, al teatro del absurdo o al clásico, ¿en la variedad está el crecimiento del intérprete?
Yo creo que sí. Cuantos más y diferentes palos toques más enriquecedora es tu formación y trayectoria y estás más abierto a dúctil para cualquier cosa que un director/a te pida.
Siguiéndote por redes, viendo tu trayectoria y por lo que comentan tus compañeros, ¿la comedia es tu estado natural?
No sé si es mi estado natural, pero es un estado que adoro.
Ahora te has embarcado en esta producción teatral, Tercer Cuerpo, con la que Claudio Tolcachir recupera uno de sus títulos más celebrados, ¿esta nueva puesta en escena tiene algo que ver con las anteriores producciones de este título?
El texto es el mismo traducido al castellano, pero no se parece a la versión argentina, dicho esto por muchas personas que han visto ambas funciones. Tercer cuerpo es quizá la obra de Claudio que mejor se puede adaptar en España.
¿Cómo llegó el proyecto a tus manos y qué fue determinante para que te sumaras a él?
Absolutamente todo.
En momentos la función tiene tintes del teatro del absurdo y a veces tiene ese punto de A puerta cerrada de Sartre, por aquello de que “el infierno son los otros”, un sentir en el que los personajes parecen estar atrapados, pero ¿cómo definirías tú el espectáculo?
Es un intento absurdo de relacionarse y vivir. La pieza parte de lo que esconden los personajes para no mostrarse realmente cómo son y ser aceptados, como la vida misma. Con un toque de humor negro absolutamente necesario para soportar la existencia de los 5 personajes.
¿Cuál es el significado al que hace referencia el título?
Pues viene de la palabra argentina «cuerpo» que sería algo así como bloque de oficinas, «cuerpo de correos» en nuestro caso.
La función, dentro de esa clave de comedia que la rodea, tiene un punto que destila soledad y un anhelo por sentirnos amados y aceptados, ¿quizá sea ese el “intento absurdo” al que hace referencia el subtítulo de la función?
Efectivamente.
¿Cuáles crees que son los aspectos fundamentales sobre los que incide el espectáculo?
La soledad, la necesidad de amar y ser amado, cómo hacen los demás para vivir y tener una relación…
Tu personaje quizá sea uno de los más peculiares de la función, juega con una dualidad que a veces saca de quicio y en otras te desarma. Quizá el ser poseedora de los tópicos y contradicciones en los que caemos todos, hace que sea el personaje con el que más se conecte el público, ¿cómo es para ti Moni?
Moni es una mujer inteligente, muy sensible y con un afán de ayudar a los demás que la convierte en una persona muy desubicada e invasiva. Ella cree que todo lo que hace es bueno para los demás. En ningún momento siente que molesta. Eso es lo bonito de trabajar este personaje, la impunidad que tiene. Es muy auténtica. Es un disfrute trabajar este personaje que no sería nada sin el de Natalia Verbeke y Carlos Blanco que me dan todo en escena.
¿Qué crees o esperas que se lleva el público después de ver un espectáculo como Tercer Cuerpo?
Creo que se lleva una hora y cuarto de risas con un buen pellizco en el corazón.
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