Que la danza tiene una presencia insuficiente en carteleras habituales de Artes Escénicas y que, dentro de los soportes para las Artes Escénicas, suele perderse engullida por el teatro, es un hecho. No lo decimos nosotras, lo escupen los datos. El abismo entre la producción, las obras que se crean en esta disciplina artística, y la escasez de su exhibición, los poquitos lugares que se encargan de mostrarla y la cantidad de días que permanecen en cartel cuando se decide hacerlo, vienen siendo un gran problema que parece agrandarse con el paso del tiempo. Puede que porque aún no se ha entendido la importancia de su visibilización como un bien y un derecho cultural; o puede que por unos cuantos temas más que, seguramente, ocuparían el grueso de este texto. Por eso, muestras como la coreográfica que desarrolla la Asociación Beta Pública cada año, desde hace once ediciones, se reciben como una oportunidad. De poner en valor y posicionar la danza, así como conectar con ella.

La Muestra Internacional Coreográfica Beta Pública, cuyo nombre hace referencia a las primeras versiones de los programas de software y apps para móviles, nació de la mano de la bailarina y coreógrafa Pilar Villanueva con un doble objetivo: el de impulsar la creación y el de atender al público. Al más profano y al de siempre. “Creo que es una responsabilidad que tenemos todos para con la danza. Atender al artista para que pueda presentar su pieza tal y como se la ha imaginado y al público, para crear conexiones con lo que ocurre en escena. Para ello, se generan antesalas, experiencias como los coloquios con estos artistas que permitan conocer al coreógrafo o coreógrafa. Incluso se imparten clases para cualquier nivel y cualquier edad. El público puede ver bailado lo que antes ha experimentado. La experiencia de la audiencia es diferente y se viene consiguiendo que mucha gente ame la danza a través de esta muestra, además de crear público para otros teatros”, explica su directora.

 

 

 

PIEZAS EMERGENTES Y CONSAGRADAS

Para esta próxima edición, que tendrá lugar en el Teatro Pradillo, dentro de Madrid en Danza (los primeros años se celebró en el Centro Cultural Paco Rabal y los últimos en los Teatros del Canal), se recibieron 192 propuestas de dentro y fuera del país de las que se mostrarán 7, seleccionadas por un comité de profesionales del sector, que suele tener en cuenta la variedad o cierto eclecticismo en el conjunto final. Podremos ver Attractio, de Paula Sánchez & Matilde Casini; Burdens Of Being, de Alessio Damiani; Luz De Gas, de Sofía García Calvarro; Alleo, de Colectivo Glovo; Étude No.1, de Jason Martin; Mantra By Night, de Venérea; y Antesala: A.sombra.me, de Pilar Villanueva.

“Es importante que durante estos dos días puedan convivir piezas emergentes con otras consagradas que llegan con varios premios debajo del brazo -cuenta Villanueva- de creadores nacionales e internacionales. Si algo me han enseñado los once años de esta muestra es que se trata de un buen escaparate para adelantarse a ver lo que triunfará mañana. Por aquí han pasado intérpretes de Peeping Tom, del Nederlands Dans Theater, de la Compañía Nacional de Danza… Cada año se presentan más coreografías, más nivel y más gente que quiere estar. Y lo digo con todo el orgullo, pero también el vértigo de no poder hacer más de lo que nos gustaría”.

 

 

PRO-BETA Y MAÑANAS DE DANZA

La labor de esta muestra coreográfica, que no concurso, destinada a reflejar piezas cortas de la creación actual, se extiende un poco más desde hace cuatro años con el laboratorio abierto al público que es Pro-Beta. Una especie de exhibición de los procesos de creación, de ese germen o primera idea que se tiene, y que permitirá dar a conocer de dónde y cómo surge una creación de danza. “Se trata de una incubadora de ideas que la persona creadora muestra o cuenta al público entre 3 y 5 minutos máximo. Alguna de esas pro-betas, luego, ya convertidas en pieza de danza, ha ganado algún certamen coreográfico. Cada día de muestra, se presentan 3 pro-betas antes de cada actuación. Y el público agradece un montón este primer contacto primario y desnudo”. Por otro lado, y desde hace una década, la Asociación Beta Pública encargada de esta muestra, viene desarrollando una labor pedagógica con las Mañanas en Danza: un acercamiento de esta disciplina a colegios de Madrid que tiene lugar en el Centro Cultural Paco Rabal. “Intentamos acercar a los más jóvenes a la danza para que entiendan que no se trata de algo aislado. Que su historia está ligada a la sociedad e incluso la economía del momento. Un intento de crear audiencia desde la educación en edades tempranas que continúa con ese objetivo de conectar y compartir”.

 

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