Esta obra de Irma Correa, dirigida por Mario Vega (Me llamo Suleimán) y que está protagonizada por Marta Viera, Rubén Darío, María de Vigo y Ruth Sánchez podrá verse del 21 al 25 de octubre en el Teatro Fernán Gómez.

El montaje está dentro del Laboratorio Galdós, un proyecto de creación contemporánea y participación a partir de la obra del insigne autor canario, que ha sido ideado por unahoramenos producciones.

 

 

Celebrando el año Galdós

 

Por Redacción

 

Ana, también a nosotros nos llevará el olvido es un montaje inspirado en la Nora de Ibsen y su Casa de muñecas y en la Tristana de Benito Pérez Galdós, que aborda desde el drama cómo la protagonista (Marta Viera) se consume en el espacio de su insípida y plomiza existencia y que en esta producción que dirige Mario Vega, se sitúan en la apocada España de la década de los sesenta trazando un puente entre el entonces y el ahora.

Tras las últimas direcciones de Me llamo Suleimán (2012), Los Malditos (2016) y Tal vez soñar (2017), el director de escena Mario Vega se compromete con este texto que la canaria Irma Correa decide trasladar a los años 60 de una España plana y convencional, permitiéndole formular un viaje por un imaginario común, por una sonoridad y estética que resulta familiar a muchas generaciones de espectadores de este país. “Ana realiza un recorrido desde su constreñida vida matrimonial hasta su empoderamiento como mujer libre. Se habla de muchos temas que lamentablemente están vigentes hoy en día. Por ello la obra produce una sensación de escalofrío y desasosiego porque la misma situación podrían estar aconteciendo en muchos hogares hoy”, advierte el director Mario Vega.

Ana es un ama de casa convencional de la España de los años 60 casada con Lope, abogado que va a ser nombrado con un puesto en el Ministerio. La obra arranca con la noticia de este ascenso, y las repercusiones que tiene en el matrimonio. Para Ana supone más trabajo y más exposición social en una vida que no le llena, que le asfixia. Ella no detecta esta falta de aire hasta que conoce a Vivian, fotógrafa francesa de espíritu libre que le hará ver que su vida no es, ni de lejos, lo que ella ansía. Ana se enamora de Vivian, y este amor supone para ella una explosión de contradicciones, miedos y liberación. A través de Vivian y sus fotografías Ana comienza a percibir la realidad, su realidad, de la que querrá a toda costa desasirse. En las fotografías se ven mujeres cosiendo, mujeres planchando, mujeres cuidando a niños, pero también los primeros bikinis, parejas bailando el twist, Brigitte Bardot. Son las fotos de Vivian no sólo retratos sociales, sino también obras artísticas. Porque es a través del arte cómo Ana, al igual que Tristana, despierta su deseo de volar.

El deseo de Vivian es ir a vivir a América. América como la tierra de la libertad. La tierra de Marilyn Monroe, J.F. Kennedy, Martin Luther King. La tierra de las grandes marchas sociales, del movimiento hippie, de los cohetes que llegan a la luna. Vivian propone a Ana que se escape con ella. Pero el nombramiento de Lope en el ministerio implica una conducta social irreprochable. Y Lope se entera del amor entre Ana y Vivian. En este contexto, según la Ley de Vagos y Maleantes de 1954, la homosexualidad estaba tipificada como delito, e incluía penas de prisión, multas e inhabilitación en el ejercicio de cualquier profesión. (Famosa fue la prisión de Tefía, en Fuerteventura, denominada Colonia Agrícola Penitenciaria, un campo de concentración para homosexuales). Así mismo, hasta el año 1963, el adulterio también estaba tipificado como delito, y el marido podía asesinar a su esposa y a su amante en aras del “privilegio de la venganza de la sangre”, reintroducido por el régimen de Franco en base al Derecho romano.

Junto con los personajes de Ana, Vivian y Lope, veremos a Satur, peluquera y amiga/ consejera de Ana, que hará lo posible porque la pareja Vivian-Ana viva su amor con libertad (aunque al principio se resista). Es en el espacio de la peluquería donde se sucederán las escenas más cómicas de la obra, dando lugar al cotilleo, la música y la fiesta. La idea del tiempo en sí mismo hará de hilo conductor verbalizado a través del hijo. La memoria como estanque y como pequeña llama fugaz en la noche del alma.

 

El laboratorio Galdós

El Laboratorio Galdós es una propuesta de unahoramenos producciones que se enmarca dentro de la celebración del 175 aniversario del nacimiento del escritor (1843 – 2018) y de los 100 años de su muerte (1920– 2020). La relación de Don Benito Pérez Galdós y las artes escénicas de su época fue intensa y profusa, por lo que se espera una rotunda presencia en cartelera de sus textos teatrales.

El proyecto Laboratorio Galdós pretende ir más allá de la representación de sus textos. La propuesta de unahoramenos es poner en marcha un espacio físico y temporal en el que se dé cabida a los creadores teatrales contemporáneos, tal y como hizo D. Benito en vida. Este homenaje pretende establecer una línea de investigación de las artes escénicas contemporáneas que mantenga viva la herencia y memoria del escritor.

El Laboratorio Galdós tiene como objetivo prioritario el apoyo, desarrollo e impulso de la dramaturgia contemporánea, atrayendo hacia el proyecto, al espacio escénico y la ciudad a los más destacados dramaturgos y dramaturgas de nuestro tiempo.

Laboratorio Galdós es una iniciativa que se inscribe en el amplio programa impulsado por el Cabildo de Gran Canaria, denominado Bienio Galdosiano, que de 2018 a 2020 conmemora la dimensión universal del célebre escritor grancanario.