Foto portada: Pablo Ramos Escola
¿Qué precio tiene nuestra ética? ¿Nos autocensuramos? ¿Qué valor tiene nuestro voto? El conflicto ético entre el individuo y la sociedad que planteaba Henrik Ibsen en su obra Un enemigo del pueblo se traslada, en versión y dirección de Àlex Rigola, a nuestros días en esta nueva producción con la que El Pavón Teatro Kamikaze inaugura la temporada 2018_19. Nao Albet, Israel Elejalde, Irene Escolar, Óscar de la Fuente y Francisco Reyes protagonizan esta versión que, bajo el título Un enemigo del pueblo (Ágora), podrá verse del 29 de agosto al 4 de septiembre en funciones previas y del 5 de septiembre (estreno oficial) al 7 de octubre en funciones ordinarias. El espectáculo no contará finalmente con la colaboración de Guillermo Toledo.
En esta versión libre a cargo de Rigola, una compañía de artes escénicas recibe una subvención pública otorgada por un partido político con ideales y acciones contrarias a su ética. Los miembros de la compañía deciden callar lo imprescindible para no perder las ayudas que dan viabilidad a su proyecto artístico. ¿Con qué fuerza moral suben después estos artistas al escenario e intentan mostrarnos su visión del mundo? A través de un juego metateatral, la obra nos invita a reflexionar sobre los límites de la libertad, el precio de nuestra ética y la validez de la opinión de la mayoría.
Ibsen, uno de los autores que más ha influido en el teatro contemporáneo, traza en Un enemigo del pueblo un gran discurso sobre el conflicto del individuo y la sociedad para denunciar la corrupción del poder y la manipulación de los medios. El doctor Stockmann, médico del pueblo, descubre que las aguas del balneario, principal atracción turística y motor de la economía local, están infectadas y que es necesario cerrar y acometer obras por el peligro que suponen para la salud de la población. Pero eso conlleva unas consecuencias económicas que nadie está dispuesto a asumir y los poderes políticos y mediáticos, con el apoyo del pueblo, harán lo posible por censurar su discurso. Lo interesante y que sigue suscitando polémica es la tesis de que el enemigo más peligroso de la razón y de la libertad es la opinión de la mayoría.
Rigola traslada este conflicto moral y de intereses a la sociedad contemporánea. Un enemigo del pueblo (Ágora) pone en cuestión la libertad real y de voto de los ciudadanos, al tiempo que plantea una defensa de la libertad de expresión, la duda y el derecho a discrepar sobre las verdades aparentemente inamovibles. En palabras del propio Rigola: «¿Es legítimo votar pensando más en los intereses propios que en el bien común? ¿Tengo derecho a vender mi voto? Si eso es lo que pretendo, ¿debo ser privado de ese voto? ¿Cuántas veces nos está permitido desviar la mirada ante una injusticia a cambio de no perder el trabajo o herir a una persona o perder una posición o arriesgar nuestro físico? ¿Qué somos capaces de callar a cambio de la supervivencia económica de nuestra familia?».