Fotos: Daniel Pérez
Gólosa es la nueva pieza escrita y dirigida por Ángel Velasco. ¿Podemos reírnos de la violencia? Una road movie story que quiere dar voz a poetas rusos de diferentes momentos de la historia a través del humor negro. Representa un aviso ante lo más oscuro del ser humano.
Un conductor acelerado, un cadáver, un autoestopista uruguayo y un policía, una cantautora rusa sonando desde una gran ciudad, un tendero y un gasolinero, una vieja perdida en mitad de la nada, una emisora de radio y un coche que atraviesa el desierto son los protagonistas de Gólosa.
Traducida al ruso, la palabra Voces sonaría Gólosa. El título de la obra es la transcripción fonética de esa palabra, en grafía occidental. Esta historia es un encuentro de voces. Y no siempre para bien.
Una propuesta sin complejidades técnicas, Un espacio casi vacío para favorecer la imaginación del que mira, pero atención al detalle para subrayar siempre lo estético.
El espectáculo se mueve en el humor negro y representa un aviso ante lo más oscuro del ser humano. Una obra que hermana música en vivo, poesía rusa, teatro del absurdo y ‘acting’ gestual para alzar un canto contra todo tipo de violencia.
Alguien conduce a toda velocidad, con un cadáver en el asiento de atrás, intentando escapar de la violencia.
Una ‘road movie’ que atraviesa un desierto demasiado conocido, porque las nadas son siempre iguales, encontrando un montón de personajes que también son demasiado conocidos en situaciones tan disparatadas como asombrosamente cercanas. Nada es lo que parece.
Al mismo tiempo, y a miles de kilómetros de allí, una cantautora presenta su nuevo disco de versiones de poetas rusas en un acto inútil contra la guerra.