¡NO ESTÁIS SOLAS!
Por José Antonio Alba
Hace unas semanas saltaba la noticia del enésimo caso de abusos sexuales dentro del mundo de la Cultura. Tras la sorpresa, la estupefacción y la indignación de los días pasados, ante un acto tan despreciable aún perdura el asco instalado como un sabor nauseabundo al fondo de la garganta.
Pensar en lo aterrador que ha debido ser, y debe seguir siendo, para las víctimas vivir semejante situación continúa ocupando nuestro pensamiento. Ninguna justificación es válida ante semejante tipo de actos.
Al final, el silencio siempre resulta el cómplice más fuerte del abusador, romperlo y denunciar no es solo un acto de valentía, también es una obligación para quienes lo presencien, tanto para proteger a la víctima, como para prevenir el daño futuro de otras nuevas. Y aunque siempre respetemos la presunción de inocencia hasta que la justicia dictamine, nunca está de más dejar claro que desde Godot condenamos con absoluta rotundidad este tipo de actos y SIEMPRE nos vamos a posicionar del lado de las víctimas.
A las valientes que esta vez han alzado la voz denunciando, y a todas aquellas que aún viven en silencio el miedo a las consecuencias y represalias, les ofrecemos nuestro apoyo incondicional y solidaridad. ¡No estáis solas!
En un mundo como el nuestro donde la máscara es el pan nuestro de cada día, está claro que el lobo tiene muchas más herramientas con las que saber ocultarse.
Seamos ojos vigilantes y alcemos la voz ante cualquier indicio de abuso.
Apoyemos, protejamos y denunciemos.
Este mes en Godot, Descarados es la obra que protagoniza nuestra portada. La compañía L’Om Imprebís llega al Fernán Gómez CCV para presentar esta versión de Clacson, trombette e pernacchi, sátira firmada por el Premio Nobel Dario Fo. Además, hablamos ampliamente del festival Madrid en Danza y entrevistamos a Malena Alterio y David Lorente, Dan Jemmett e Inma Nieto, entre otros contenidos.
En Godoff, el 9º FESTIVAL VISIBLES [ARTE INCLUSIVO] ocupa la portada y, diversas entrevistas a algunas de las compañías participantes, varias páginas interiores. Este mes, también entrevistamos a Teléfono Rojo Producciones, Pelayo Muñiz y ahondamos en Ha llegado un inspector de Teatro Karpas.
VOZ EN OFF: HACER LAS COSAS BIEN
Por Sergio Díaz
Cuando buena parte de tu trabajo consiste en hacer entrevistas a personas de un mismo ámbito es normal que haya preguntas que se repitan. Alguien dirá que es por falta de imaginación o preparación del entrevistador. Y en mi caso puede que sea así. Pero es cierto que hay muchas preguntas que me gusta repetir para ir recogiendo testimonios sobre nuestra realidad y así ir conformando el retrato de una época.
Una pregunta recurrente a compañías jóvenes y a creadoras es sobre si la llegada de la mujer a ocupar cargos de responsabilidad dentro de las Artes Escénicas está haciendo que las cosas cambien, que se esté convirtiendo, poco a poco, en un entorno más seguro para todas, más amable para todxs. No soy un ingenuo que piensa que las mujeres son seres celestiales sin ningún tipo de maldad y que todo lo que tocan lo convierten en mariposas de colores creando un universo ‘happyflower’ instantáneo. No es eso, pero si ellas ocupan el territorio que les pertenece por talento y porcentaje de población, quizá se pueda dar la vuelta a la situación sobrevenida, que otra forma de hacer las cosas es posible. Pero no pretendo poner la responsabilidad sobre sus hombros, el de las mujeres digo. La pongo en todos aquellos, sobre todo, y aquellas, que lo hacen mal y que condenan a las personas que están alrededor. Es inadmisible que haya personas que vayan por ahí jodiéndole la vida a los demás con su comportamiento. Desde el colegio con el bullying, hasta los jefes de mierda que te explotan y alteran tu vida laboral, pasando por las parejas abusadoras que dinamitan uno de los sentimientos más bonitos como es el amor. Estoy harto de encontrarme a personas así. Estoy harto de escuchar testimonios sobrecogedores, enjugar lágrimas y dar abrazos que traten de reconfortar ante el miedo. Estoy harto de patéticos hombrecillos que se mueven por la vida abusando de su poder y de su posición nada más que para satisfacer sus más bajas carencias… que son todas, por mucho talento que atesoren. Ya basta. No os queremos, no os necesitamos y no aportáis nada más que mierda. Y ojalá esa mierda os sepulte para siempre y nos dejéis ser felices y libres. Hay que hacer las cosas bien de una vez por todas, que ya toca.