¿Cómo llegas a esta propuesta?
El director Diego Da Costa me contacto para reunirse conmigo tras haber visto mi película Evan Wood en Prime Video. En ella doy vida a Evan, un adolescente que tiene problemas con su salud mental y el abuso de drogas. Creo que él vio algo en el personaje que creía podría funcionar en el papel protagonista de la obra. Nos reunimos y, tras leer el texto, decidí unirme al proyecto ya que me parecía una propuesta muy buena y un reto actoral.
¿Qué te sedujo cuando leíste Ayer intenté suicidarme?
La verdad y honestidad con la que está escrito el texto, a la vez que lo poético que es en ocasiones. Además, me encantó el tener los diferentes puntos de vista en un tema tan tabú como es el suicidio, y me parece que pone a la luz cosas de las que habla muy poco.
Es una obra ya rodada, que comienza su segunda temporada. ¿Es complicado subirse a un proyecto ya en marcha? ¿Ha sido fácil la adaptación al texto y a tus compañeros?
Creo que al ser una obra compuesta de 4 monólogos es un poquito más fácil, aunque he de decir que tanto la compañía como la dirección me ha recibido con los brazos abiertos y me han hecho sentir como en casa.
¿Cómo ha sido el trabajo de dirección con Diego Da Costa? ¿Qué directrices te ha dado para poder meterte en tu personaje?
¡Ha sido una experiencia fantástica! Nos hemos permitido jugar muchísimo, lo cual es indispensable cuando estás trabajando con un texto tan duro y complejo como este. Creo que juntos hemos encontrado matices y ángulos en la actuación que engancharán mucho al espectador y que le harán sentir y conectar muchísimo tanto con mi personaje como con todos los demás.
Esta obra aborda 4 perspectivas sobre el suicidio. Háblanos un poco de tu personaje.
Mi personaje es la figura central en la obra: la persona que ha intentado suicidarse. Nos encontramos al día siguiente a los hechos y, tras lo ocurrido, le cuesta afrontar lo que viene, aprender de lo rodado, y sobre todo, perdonarse.
¿Qué crees que lleva a una persona a querer acabar con todo?
El sufrimiento. Cuando no ves otra salida, ya sea un hecho premeditado o algo impulso que ocurre en el momento, una persona decide que quiere acabar con todo cuando el sufrimiento es tan grande que no ve otra salida.
¿Has tenido una experiencia personal cercana con el suicidio? ¿Es algo que te toca de cerca?
Creo que hoy en día es difícil encontrar a alguna persona que no tenga una experiencia cercana con el suicidio. Ya sea un amigo, un conocido, o un vecino, creo que todos hemos conocido a alguien que ha decidido terminar con su vida, y creo que también hay mucha gente que lo ha intentado y que su entorno no lo sabe, por eso creo que hablar del suicidio abiertamente, y que se trate en obras como la nuestra, podría ayudar a que se convierta en un tema que nos asuste menos.
Tú eres un chico joven que tiene una profesión de alta exposición. ¿Cómo trabajas tu salud mental?
Cada vez la trabajo más, y lo hago dedicando tiempo a los míos e intentando desvincular el éxito laboral de mi felicidad. Creo que vivimos en una sociedad que constantemente quiere que nos comparemos y que vivamos en la envidia y la falta, sobre todo si trabajamos en una profesión que nos de cierta exposición. Para mí es clave separar el trabajo y mi imagen pública de mi vida personal.
¿Es fácil vivir tan expuesto? ¿Cómo es tu relación con las críticas?
No es fácil, porque cada vez más la profesión de actor se ha mezclado con la de ‘celebridad’, pero creo que al final del día es lo que te hace mantener los pies en la tierra.
Y en cuanto a las críticas, creo que son parte de la profesión. Al final lo intentamos hacer lo mejor posible, y si algo no sale bien o alguien no le gusta, lo importante es separarse de esa crítica y entender que es la opinión de una sola persona, no una verdad absoluta.
¿Después de un trabajo miras lo que dicen de ti las RRSS?
Muchas veces lo he hecho, aunque intento hacerlo menos cada vez. ¡Estamos en ello!
¿Crees que las nuevas generaciones estáis más abiertos a hablar de la salud mental con más normalidad que las generaciones anteriores?
Creo que ha habido una normalización de la salud mental en general, que esta genial, aunque creo también que nuestra generación ha creado una clase A y una clase B de dichos trastornos o enfermedades. Por ejemplo, si tengo ansiedad (muchas veces sin diagnosticar) puedo normalizarla e incluso a veces glorificarla o usarla como una excusa, pero si tengo un trastorno de bipolaridad ya nos da miedo hablar de ello o no deberíamos contárselo a nadie porque no está bien visto. La cómica estadounidense Taylor Tomlinson tiene un especial en Netflix buenísimo en el que habla de todo esto.
Háblanos un poco de ti. ¿De dónde te nace la pasión por las Artes Escénicas?
Desde niño me ha gustado cantar, bailar y actuar, aunque en mi familia nadie se ha dedicado a ello profesionalmente. Creo que me nacía un poco de la necesidad de escapar o encontrar una vía de escape. Cuando veía películas de Disney y me imaginaba que eras el protagonista de esas historias, y creo que de ahí nace un poco mi pasión por las Artes Escénicas.
Has tenido una carrera muy llamativa, trabajando aquí y en Estados Unidos. ¿Cómo llegas desde tu precioso pueblo conquense a vivir en Los Ángeles?
Pues me fui a aprender inglés con una beca y acabé en una familia de acogida que se terminó convirtiendo en mi segunda familia. Las oportunidades allí me parecieron mucho mejores que aquí en aquel momento.
¿Cómo se vive en Los Ángeles? ¿Es una ciudad tan idílica como nos la pintan en las películas o es un lugar hostil para abrirse paso?
No, para nada. Tiene cosas muy buenas y a mí personalmente me encanta, pero hay una cantidad enorme de gente viviendo en la calle en condiciones horribles, es carísima y es una ciudad que, definitivamente, hay que aprender a amar.
¿Hay mucha diferencia entre la industria de allí y la de aquí?
Creo que las principales diferencias son el dinero y la cercanía de la gente. En EE.UU. la industria es mucho más grande, lo que hace que el trato sea un poco más distante y correcto, mientras que creo que aquí en España, al ser la industria más pequeña, acabes coincidiendo todo el rato con gente del equipo técnico y del elenco en varios proyectos y eventos, por lo que se crea una sensación de familiaridad.
Y el otro tema es el dinero. Creo que en España se hacen producciones de excelente calidad, al nivel americano muchas veces, pero se hacen con un presupuesto mucho más bajo o con unos medios más limitados, y con el tiempo, esto hace mella en el equipo técnico y el elenco, porque se tienen que adaptar mucho al presupuesto y recursos de las películas, y eso con el tiempo cansa, aunque creo que con series como han sido este año La Mesías, de los Javis, estamos empezando a ver ese ejemplo de producción en España.
Has trabajado en cine, TV, ahora teatro… no voy a hacerte la típica pregunta sobre lo que prefieres, pero a nivel de preparación, ¿cuáles son los mayores retos a la hora de afrontar los trabajos en cada uno de los tres medios? ¿Qué exigencias tiene cada uno?
Creo que en cine y TV ahora mismo la diferencia es mínima, no es como en el pasado donde eran medios totalmente diferentes. Creo que el reto del cine es que tienes que crear un personaje coherente en un tiempo menor al que tienes para una serie de televisión, ya que al final en una película hay veces que en ocho semanas has terminado, y en un personaje protagonista en televisión puedes estar cinco o seis meses para rodar una temporada, por lo que el tiempo de asimilación de personaje es más largo.
En el teatro, al ser un medio que no tiene apenas recursos, tanto en EE.UU. como aquí, a no ser que estés en un teatro en Broadway o sea un National Tour muy bueno, siempre se sacrifica por todos los sitios y en el mejor de los casos tienes entre 4 y 6 semanas para prepararte un personaje que vas a interpretar de 6 a 8 noches a la semana, y creo que es un reto grande ya que para el día del estreno tienes que estar al 100%.
Has trabajado en producciones de Netflix, Amazon, Movistar… ¿Es tan importante la labor de las plataformas a la hora de ayudar a movilizar a los actores y actrices?
Es muy importante porque hay más trabajos ahora que nunca, pero creo que también es importante que esas plataformas empiecen a apostar cada vez más por caras nuevas o desconocidas para que no sea siempre la misma gente en tu página de novedades de Netflix o Amazon.
Has formado parte del elenco principal de la película La canción del verano, trabajando con gente tan conocida como Belinda Washington o Pablo Carbonell. Cuéntanos un poco cómo fue el rodaje y qué supone para ti formar parte de una película así…
Fue un rodaje muy guay, la verdad, ya que fue en mi Cuenca natal con Juanra Fernández, un director también conquense con el que tenía muchas ganas de trabajar. En ella interpreto a un personaje muy diferente a quien yo soy en la vida real, lo cual fue un precioso y maravilloso reto.
Belinda Washington interpreta a mi madre, y la verdad es que ella es una profesional como la copa de un pino, y no puede ser más maja, al igual que Javier Muga, Luis Mottola y el resto del reparto. Con Pablo Carbonell no tuve el placer de coincidir.
Ahora llegas a una sala teatral independiente, lejos de los focos de los grandes medios. ¿Cómo te hace sentir esta apuesta?
La verdad es que con ganas de estrenar ya, ¡aunque sea en una sala independiente! Al final lo importante es el material y la gente con la que trabajas, y con ambos estoy contentísimo.
¿Cómo imagina Alex Sorian Brown su carrera dentro de unos años?
¡Pues espero que trabajando mucho! Seguiré yendo y viniendo a LA y espero que los proyectos que tengo para estos próximos meses lleguen a mucha gente.
Toda la cartelera de obras de teatro de Madrid aquí