Una noche de finales de verano, más a principios de septiembre que a finales de agosto. Alberto, Pablo y María beben, juegan y comparten anécdotas bajo la luz de la luna del Pirineo Aragonés. Durante el juego se desliza un comentario en apariencia inocente, una broma.
Cuando por fin María y Pablo se quedan solos, María ya no podrá contener aquello que le inquieta. En esa última noche antes de separarse, estallará una batalla entre la antigua pareja. Las formaciones (o deformaciones) de la educación recibida, la intimidad y el sexo, las elecciones personales, las preguntas generacionales y el estigma de la propia familia sobre la identidad personal serán sus frentes. En definitiva, una obra sobre el relato que nos contamos a nosotros mismos, el relato que decidimos creer y el precio que estamos dispuestos a pagar por hacerlo sobrevivir.