En una asociación llamada Andante 3, convive un grupo de personas con discapacidad intelectual junto a sus monitoras. Allí comparten ilusiones y tiempo de ocio; algunas se enamoran pese a sentir que no merecen ese sentimiento; otros reciben una educación sexual, e incluso sus familiares reciben apoyo. Hasta que un día todo eso podría cambiar: Andante podría tener que cerrar.