La primera pieza de Celso Giménez como creador en solitario titulada Las niñas zombi, que propone una profunda investigación del lenguaje escénico, en busca de los puntos que conectan íntimamente el presente, pero alejándose de las estéticas tradicionalmente asociadas a estas cuestiones.
Celso Giménez se adentra en la historia política reciente para preguntarse cómo afectan a nuestras vidas la herencia y las genealogías.