Entre 1992 y 1994 la escritora croata Slavenka Drakulic recorrió los campos de refugiados de la frontera entre Bosnia y Croacia para conocer de primera mano las experiencias de las mujeres que habían sido víctimas de violación como arma de guerra. El resultado de los testimonios obtenidos fue la novela Como si yo no estuviera, publicada por Anagrama en 2001. Esta obra es la semilla de donde nació el proyecto teatral. En primer lugar, pensamos en hacer una adaptación, pero, después de conocer la realidad sobre el terreno y a varias de las mujeres víctimas de las violaciones, todo cambió. Enseguida nos preguntamos, qué estábamos haciendo nosotros en 1992. En Bosnia-Herzegovina se iniciaba una guerra que rompía una sociedad y muchos sueños personales, y aquí, en la Barcelona olímpica, teníamos la sensación de que comenzaba una nueva época que podía ser mucho mejor que la anterior. Aquella guerra nos indignó, claro que sí, algunos de nosotros participamos en las protestas que se organizaron, pero no dejaba de ser una guerra de la que sólo conocíamos los hechos y el número de muertos y heridos.
En los distintos viajes que hemos realizado a Bosnia-Herzegovina, hemos puesto cara a algunas de las supervivientes de aquel conflicto y a los hijos e hijas que nacieron fruto de las violaciones. Hemos hablado con ellas y nos han dicho que a menudo se han sentido y se sienten olvidadas por todos. No les resulta fácil hablar de lo que les pasó, revivir unos hechos tan traumáticos, pero a la vez quieren que se las escuche. Y nosotros podemos hacer que su voz, llegue a una audiencia más amplia.