Esta es la historia de una promesa que no se pudo cumplir, la que hizo un maestro a sus alumnos. El maestro era Antoni Benaiges; los alumnos los niños y niñas de la escuela rural de Bañuelos de Bureba, un pueblo de la provincia de Burgos. La promesa la hizo un día de invierno de 1936. Les prometió el mar porque ninguno de los niños había visto nunca el mar.
En 1934 el joven maestro catalán llega a la escuela rural de Bañuelos de Bureba, un pueblecito de Burgos. Pocos meses después paga de su bolsillo un gramófono y una rudimentaria imprenta. Desde ese primer curso, los niños y las niñas comparten sus emociones, sueños y pensamientos.
En enero de 1936, publican El mar. Visión de unos niños que no lo han visto nunca. El librito “contiene, en formato de verso, más que prosa, las expresiones de los escolares de cómo se imaginan el mar, sus miedos y sus sueños” según contaba el propio Benaiges.
El maestro les promete que aquel mismo verano los llevará a Cataluña para que lo conozcan, pero no puede cumplir su promesa porque el 25 de julio de 1936 Benaiges es fusilado.
La pieza propone un dispositivo en el que los objetos, el poema y el material documental conviven sin jerarquías.